Erguida en su marcha
Plena mañana
Intensa fragancia de hierbas
Libélulas la acompañan.
Aferra sus pasos
Para que no haya distancia
Generoso el rocío
Que moja sus sandalias blancas.
Perennes margaritas
Adornan su camino
Y se cuelgan al vestido
Y a su belleza innata.
En su vientre, lleva un hijo
Hay vertientes de agua clara.
Se detiene y sus manos
Acarician al movimiento que responde
A la intensa sonrisa dibujada.
El amor absorbe
Cada señal de vida.
En su vientre, lleva un hijo
Encanto de mujer-madre
De sentidos encendida.
Carla Erica Allione
