
Ojitos opacos, inocentes,
de frescura marchita.
Ojitos de hambre,
cansancio, abandono,
que miran sin ver
o ven sin mirar.
Ojitos que piden o callan,
que turban
y dejan rodar lágrimas.
Ojitos que no encuentran
un lugar en este mundo
que no sea violencia,
e ignorancia
a su propio ser.
Ojitos que lo dicen todo
piden limosna
de afecto y piedad...
Si yo pudiera ojitos,
quitarte la tristeza
y devolverte vida,
infancia, dignidad...
Carla Erica Allione