
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda
creo que aqeullos versos los he leido tanto que hasta los se de memoria, son hermosos, los encuentro completos...
ResponderBorrarMe alegra leerte hace mucho no lo hacia :)
Besos!
Maravilloso Neruda,Carla, y sus versos siempre tan presentes,reales y poderosos, cualquiera haya sido su línea inspiratoria.
ResponderBorrarGracias por traer a este coterráneo.
Abrazos miles.
Carlita, bella publicacion, es uno de los mejores poemas que existen...
ResponderBorrarEspero estes muy bien...
un fuerte abrazo.
JALE
¡Precioso, Carla! Me ha encantado pasar por aquí. Un beso
ResponderBorrarAh, cuantas y cuantas veces leidos.
ResponderBorrarNada como este poema para decirlo todo...
Un beso